El día 18 de abril comienza para mí con el recuerdo todavía cercano del tremendo terremoto sufrido por Ecuador el pasado sábado día16. La noticia sigue en todos los medios de comunicación y en las conversaciones de calle. Se está haciendo un permanente llamamiento a la colaboración ciudadana y se está limitando el acceso de personas a la zona afectada. Se ha decretado el estado de excepción en todo el país y existen numerosas carreteras cortadas por deslizamientos de tierra o por la destrucción de las mismas. Los datos son aún provisionales.
Mi viaje prosigue hacia el sur. En Ecuador y otros países de la zona, los viajes no se miden en kilómetros, sólo se habla del tiempo que se demora la llegada. Cuatro horas de autobús separan las ciudades de Cuenca y Loja, 168 kms. por paisajes andinos. También aquí las carreteras se cuelgan a veces de laderas imposibles o se mecen en una especie de tobogán interminable repleto de curvas.
El paisaje verde y exuberante, a trechos, se interrumpe para mostrarnos los efectos de la erosión sobre terrenos calizos.
Loja fue fundada por un lojeño, el capitán Alonso de Mercadillo en 1548, que los lojanos recuerdan en el monumento erigido en su honor y situado frente a la fachada de la iglesia de S. Francisco. Este templo erigido en el siglo XVI fue reconstruido tras el terremoto de mediados del siglo XVIII, aunque como podemos observar en su interior presenta una arquitectura de clara influencia renacentista italiana: tres naves, la central más alta que las laterales y casetones decorando los techos. En la actualidad la ciudad supera los 200.000 habitantes.
Loja es también una ciudad que reserva algunas cuadras entre calles para ubicar sus parques. Uno de los atractivos turísticos que promociona es el Parque Nacional Podocarpus, un espacio natural protegido de más de 146.000 has., llamado así por albergar, entre otras muchas especies vegetales al romerillo o podocarpus, una conífera que deberían explicar mejor que yo mis compañeros Antonio Sánchez Piris, Pedro Ángel Rodríguez y Antonia Cangas.
Otro de los espacios más transitados de Loja es el Parque Central donde se ubica la catedral, una construcción de estilo ecléctico erigida en el siglo XIX.
En esta plaza, un pequeño monumento nos recuerda que Loja está situada a 3º 59' 49'' de latitud sur y 79º 12' 05'' de longitud oeste y se eleva 2064 m. sobre el nivel del mar.
Son varios los atractivos turísticos con los que cuenta Loja: iglesias, museos como los de Cultura Lojana, de la Música o el Arqueológico, este último cerrado por reformas. El más reciente de los monumentos visitables es la llamada Puerta de la Ciudad, idea original de su actual alcalde, D. José Bolívar Castillo. ¡Tomen nota los alcaldes españoles!, pero absténganse los apellidados con nombres de fruta, y los que se llamen José.
Hola Manolo, que gran viaje estas haciendo, buenas fotos y mejores explicaciones. Ha sido una pena las consecuencias del terremoto. Disfruta la experiencia y un abrazo, por cierto Maribel es de Loja así que le gustará ver las fotos
ResponderEliminarHola Luis: Encantado de saludarte. Al final de mi viaje espero que el suceso del terremoto de Ecuador sea sólo una experiencia más de las muchas que estoy viviendo y aprendiendo. Estuve ayer en Loja. Día desapacible en el que el carabobo no dejó de caer, aún así, no dejé de moverme. Un abrazo desde Vilcabamba.
EliminarSocio, mete más comentarios sobre los árboles extraños que te encuentres. Y alguna fotito. ¿No hay bosques en los Andes?
ResponderEliminarMenos mal que no te ha cogido cerca el terremoto. ¡Vaya susto se llevaría Laura!