Para viajar de Riobamba a Cuenca hay que madrugar un poco. Son 6 horas de autobús por una carretera que serpentea por las escarpadas laderas de los Andes. A intervalos, a derecha e izquierda, se abre una caída a pico no apta para vertiginosos. Como siempre, la pesadez del viaje queda compensado por el paisaje que, poco a poco, se abre en terrenos menos abruptos. Aquí, en estos prados reinan las vacas y las parcelas cultivadas de patata y maíz.
Cuenca, como el resto de ciudades de tipo colonial se organiza en un plano reticular con arquitecturas habitualmente de dos alturas con cornisas salientes, balconadas con rejas y puertas y ventanas en madera. Las cubiertas son de teja árabe. Presumen los locales de tener una ciudad de más de medio millón de habitantes, aunque creo que esta información hay que ponerla en cuarentena. De cualquier modo es una gran ciudad.
Para conocer la ciudad y hacernos una idea de su tamaño, es aconsejable subir al monte Turi. A sus pies corre el río Tomebamba, caudaloso, regular, pluvial y torrencial (esta definición se la reservo a los alumnos de geografía).
El centro histórico de Cuenca lo ocupa la plaza llamada Parque Calderón, presidida por la Catedral.
Poco después de redactar estas líneas que preceden Ecuador sufrió un fuerte terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter. Las zonas más afectadas son las provincias de Manabí y Esmeraldas y, en concreto, las localidades de Pedernales, Portoviejo y Manta, aunque hay otras muchas localidades en donde se han notado los efectos. Las autoridades han contabilizado más de 240 muertos y por encima del millar de heridos. La ciudad de Pedernales está destruida o muy afectada en su mayor parte. En Cuenca, a 250 km. de Guayaquil, los efectos se notaron pero no ha habido víctimas, ni daños importantes. Las comunicaciones también han sido afectadas y los corrimientos de tierra o la destrucción de carreteras hacen difícil el tránsito en algunas zonas del país.
Dediqué mis últimas horas en Cuenca a visitar la zona centro de la ciudad. Como otras localidades ecuatorianas, en Cuenca se pulsa un ambiente de gran religiosidad, y no sólo por el gran número de iglesias y santuarios que tiene, si no por la actitud de las personas y por la gran asistencia a las misas.
Interior de la Catedral de Cuenca
Ecuador es un pueblo volcado con la actividad comercial. A la vista de la pujanza de este sector, podríamos asegurar que no hay ecuatoriano ajeno a la misma. Y no cesa nunca...
Estupenda expresión, propia de escritores consolidados, con la que nos regalas los comentarios de tu viaje!
ResponderEliminarHola Emilia: La verdad es que escribo por economizar. Tú sabes mejor que yo que un adjetivo bien empleado define y expresa mejor que una frase hueca. Un cordial saludo desde Vilcabamba.
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ResponderEliminarManolo q bonito todo lo q nos enseñas ya se q el terremoto de Ecuador no te ha tocado sigue pasando bien y cuenta os saludos de Enrique
ResponderEliminarHola Emilia,Enrique: Estando tan lejos se agradece más la charla. Me encuentro bien. Afortunadamente no me ha tocado mas que un susto. Estoy aprendiendo mucho con esta experiencia. Espero completarla y seguir pensando que ha merecido la pena. Un cordial saludo desde Vilcabamba.
EliminarManolo, tras leer todo lo q hasta la fecha has publicado, tengo q comentar:
ResponderEliminarMe parece q este viaje empezaste a disfrutarlo mucho , mucho antes de aterrizar.Se nota la planificación de esa aventura... Y aún con eso, ser testigo de un terremoto.Un imprevisto demasiado fuerte , que por suerte no te ha afectado, pero q marcará tu viaje.
Por otra parte, me encantan las descripciones, tan precisas, tan exactas y tan sabias. ¡ y las fotografías son espectaculares¡...
Esa camiseta azul, me llamó la atención... Presente en tantas fotos.Julián me ha aclarado q es del Instituto... Un detallazo por tu parte tenerlos presentes en ese camino ( bastante más largo q el de Santiago)...
Nos conocemos poco... Pero dice mucho de tu persona que emprendas ese viaje en solitario y la forma en que lo estás haciendo.Muchos no seríamos capaces.De modo q aquí tienes a una admiradora, que seguirá tu viaje hasta destino... Con el deseo de que no vuelvas a tener más imprevistos del calibre q ya has tenido.¡ BUEN VIAJE !
Hola Nuria: Encantado de saludarte. Es verdad que un viaje así hay que organizarlo lo mejor posible tratando de atar todos lo cabos, aún así, no dejan de aparecer imprevistos a los que hay que hacer frente.No falto a la verdad si te digo que estoy aprendiendo mucho de esta experiencia. La guinda del pastel hubiera sido tener compañía. La camiseta del Santi es un regalo que prometí pasear durante el viaje. Sé que Julián no tardará mucho en planificar otra aventura. Ojalá coincidamos. Un cordial saludo para los dos desde Vilcabamba
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