lunes, 25 de abril de 2016

13ª etapa. Cajamarca

13ª etapa. Cajamarca

La dificultad de las comunicaciones en esta región andina y la necesidad de aprovechar el tiempo aconsejan, para llegar a Cajamarca, realizar un viaje nocturno. Son 7 horas y media de autobús por carreteras de montaña que, si bien presentan un aceptable estado del asfalto, no permiten alcanzar grandes velocidades. Tratar de dormir es el mejor consejo que se puede dar para este caso. El autobús de la compañía Virgen del Carmen iba casi al completo. Campesinos, personas del medio rural, a juzgar por sus indumentarias, por sus comportamientos y por la carga que llevábamos en los maleteros, sacos de patatas, de maíz, sillas, fardos de ropa, sólo  mi maleta parecía ajena a tanto fardo.
Con las primeras luces se llega a Cajamarca. La terminal de buses no merece tal calificativo. La peor con diferencia de cuantas hemos visto. Tampoco están predispuestos los lugareños para informar al forastero, sólo harán caso si es de su interés, y aun así, si pides información y te la dan, preocúpate de volver a preguntar en otro lugar y verás que ni el primero ni el segundo han sabido asesorarte. 
Es Cajamarca una ciudad donde la actividad comercial se nota por todos lados. Los mercados callejeros animan la vida en las calles hasta el punto de colapsar el tráfico rodado.

                                      Mercado callejero matinal 

Los productos como la patata se venden al por mayor a un precio de salida que ronda los 7 soles la arroba (estas son las medidas al uso).
Para hacerse uno a la idea de la fisonomía de esta ciudad es aconsejable subir al mirador de Santa Apolonia. Los mototaxis te llevan por la ciudad a razón de 3 soles la carrera. Es el transporte más económico.

                  Vista parcial de Cajamarca desde el mirador de Santa Apolonia

                                           Cajamarca. Plaza de Armas

                                                  Iglesia de S. Francisco

A unos pasos de la plaza de armas se encuentra el llamado Cuarto del Rescate. Una construcción de sillares calizos de unos 80 metros cuadrados en donde se supone que Francisco Pizarro apresó al Inca Atahualpa, que ofrecería a los españoles llenar dos veces la habitación de plata y una de oro para poder ser liberado. Este episodio de la Historia y otros relacionados con la etapa colonial, se prestan en Perú para hacer un discurso donde el español se ve como el ocupante, el invasor, y así se oye y se repite en los discursos manidos de muchos guías turísticos.


                                                   Cuarto del rescate


                                         Vendedora de cuyes

El cuy asado o frito es uno de los platos típicos de Cajamarca y de los menos baratos. Un menú de sopa y cuy puede costar sobre 15 o 20 soles.

                                                       Cuy

Aunque durante los fines de semana la actividad comercial continúa activa, es frecuente encontrar establecimientos cerrados. Así nos ocurrió con el museo Arqueológico, en fase de reformas, o con la propia oficina de información turística.

                                       Museo arqueológico


Uno de los mayores atractivos de la ciudad de Cajamarca son los llamados Baños del Inca, un gran centro de piscinas, pozas, salas de masajes, lago, saunas, etc, que aprovechan naturales y foráneos al precio de entrada de 2 soles (0,57 euros). Las piscinas humeantes permiten adivinar que, en origen, el agua brota a 90º C.


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