martes, 26 de abril de 2016

14ª etapa. Lambayeque

14ª etapa. Lambayeque

La carretera que comunica las ciudades de Cajamarca y Lambayeque se hace en su mayor parte en descenso. El primer tramo nos sirve para despedirnos del paisaje andino boscoso lleno de prados y tierras de labor en ladera. Aquí las nubes se tocan con las manos. Más adelante, la carretera en descenso sigue el curso del río Jequetepeque que, encajado en el terreno se abre paso entre grandes murallones de calizas. En ocasiones, cuando el espacio lo permite, surgen los cultivos y las  casas humildes. Conforme nos acercamos a la represa de Gallito Ciego, las últimas laderas de los Andes reverberan y aparece el granito y, como por encanto, las montañas desaparecen y la llanura se adueña del paisaje. El río alimenta los campos de arroz que se extienden por todas partes.



Nos dirigimos a la ciudad de Chiclayo, la carretera gira y nos alejamos del verdor, entonces la vegetación casi desaparece y la arena lo inunda todo, estamos en el desierto costero peruano. El aumento de la temperatura que hemos notado en nuestro descenso, es ahora más acusado.

                                              Desierto costero

Chiclayo, muy cerca de  Lambayeque, es una ciudad grande  pero no muy recomendable para los turistas, esa es la opinión que he podido recoger de algunos vecinos. A 20 kilómetros de ella se encuentra Lambayeque, más pequeña (80.000 hab.), más tranquila y llena de recursos culturales. A esta ciudad sólo le falta que sus responsables políticos le presten un poco de atención. Tiene dos importantes museos: Las Tumbas reales del Señor de Sipán y el Museo Arqueológico Nacional Bruning.

                                                 Plaza central de Lambayeque

Lambayeque es además una ciudad ruidosa, repleta de actividades comerciales y de taxis colectivos tipo furgoneta y mototaxis. Los primeros te pueden hacer un recorrido de 20 kilómetros por 2 soles. Los segundos hacen carreras en la ciudad por no más de 3 soles. El regateo es casi obligatorio y recomendable en cualquiera de los casos.
  

 Entre los escasos edificios de tipo colonial que conserva Lambayeque se encuentra la Casa Montjoy o casa de la Logia, construcción del siglo XVI que tiene entre sus atractivos poseer un balcón en madera de 67 metros de longitud, y un artesonado también en madera muy bien conservado. En su interior se explica el proceso de independencia peruana y, en particular, de Lambayeque.


                                             Casa Montjoy

 Muy cerca de la Plaza de Armas de Lambayeque, se encuentra el Museo Arqueológicvo Nacional Bruning, llamado así en honor de  del alemán Heinrich Bruning, un estudioso de la cultura mochica. En sus cuatro plantas alberga una importante colección del piezas de diferentes culturas precolombinas peruana: mochica, chimú, lambayeque, inca, ... La entrada cuesta 8 soles.


                                       Museo Arqueológico Nacional Bruning


                                             Cerámica Lambayeque. Museo Bruning.

El otro gran museo de esta ciudad es el llamado de las Tumbas Reales del señor de Sipán. Este magnífico centro cultural es en realidad un museo arqueológico donde se ubican las numerosas piezas de cerámica, tejidos, orfebrería, etc, que se encontraron en el yacimiento de Sipán, un pequeño pueblo cercano a Chiclayo. Este yacimiento formado por un conjunto de pirámides se conoce también con el nombre de Huaca Rajada. De entre las tumbas excavadas la más conocida es la del llamado señor de Sipán. (Advertencia al turista: En su interior no se permiten hacer filmaciones ni fotografías) La entrada para extranjeros 10 soles.

                               Museo de la Tumbas Reales de Sipán

Lambayeque cuenta en sus proximidades con un gran número de yacimientos arqueológicos: Huaca Chotuna, Ferreñafe, donde se encuentra el yacimiento del señor de Sicán y el museo del sitio y Túcume. Este último es un conjunto que ocupa un área de unas 220 hectáreas en las que podemos encontrar hasta 26 pirámides monumentales construidas en adobe y, como es lógico en estos casos, deterioradas por las inclemencias meteorológicas. Junto al yacimiento se ubica un museo que recoge las piezas encontradas en el lugar. Entrada para jubilados 5 soles.


                                                    Pirámide de Túcume

 Estamos muy cerca del pacífico y, entre los platos típicos de la gastronomía peruana no nos podemos olvidar del ceviche, del que encontraremos algunas variedades. El que os presento es el ceviche de tollo: El pescado se acompaña de mote, cancha, guacamote y cebolla, es decir de maíz cocido, maíz tostado, un tubérculo parecido a la yuca y cebolla. Precio: 8 soles

 Ceviche de tollo

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